Hablamos
lenguajes diferentes.
Tardo
en descoser tus hilos
y
ver la puntada limpia en ecos
de
todas tus verdaderas voces.
Cuando
estás en el llano
camino
hacia la floresta
internándome
con vista de gusano
en
lo más profuso de la hojarasca.
Y
no es que crucemos los pasos,
ni
que se líen los cordones de nuestros zapatos,
ni
siquiera que en el fuego de la incertidumbre
cabeceen la confluencia de nuestros acertijos.
Ya
ves si somos distintos,
que
yo en ti veo aun un barco de pesca
y
en mí, a un bote tremendamente chico.
Cuando
siento como crespa tu casco las aguas
arrojo
sal a las olas
por
íntimo agradecimiento,
que
siendo el mismo índigo y cargándose el cielo
de
las mismas gotas
no
parecemos ambos de la misma astilla,
ya
ves si somos distintos.
Nená
de la Torriente