Temor a cruzar
aunque te ofrezcan el paraíso.
Me agradan los valientes,
me seducen.
Una aldaba en la ventana,
una alambrada de espinos,
tapias de cemento,
el escondite;
inmunes a dar un paso
a traspasar nada.
Pero una zancada larga,
la espalda atrás,
el ojo de aguja,
liceo del que decide.
Los puentes son sólo eso,
puentes, accesos,
y lo que esté por llegar
será el porvenir.
Nená
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