viernes, 16 de septiembre de 2011


-El prodigio-

Todo puede suceder.
Hay uniones complejas,
diferencias mayúsculas,
orillas opuestas.
Lo vivo puede dormir
sobre lo exánime,
convivir como uno.
Así el musgo
con su verde absorbente
crece sobre la piedra
mirando al norte,
¿no es eso una unión
indescifrable?
El prodigio ocurre,
sin más llega,
sin billete ni peaje.
Un día nublado
o una tarde simplona,
o esas noches cuando la fe
se esfuma
y todo son renuncias.
Si así se presenta
no hay que esperarlo,
sólo ponerle un plato
de más en nuestra mesa.

Nená

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