sábado, 1 de febrero de 2014

¿Para cuándo mañana? 
Yo te llevaría un ramo de amapolas 
y tú sonreirías por cómo 
languidecen en mis manos 
¿Para cuándo mañana? 
Como un dardo fijaría 
mi sonrisa en esos ojos 
que sonríen sin labios, 
y abrazaría los peces de colores 
de tu mente perpleja. 
¿Para cuándo mañana? 
Acercaría la playa hasta la M-30 
sólo para cenar contigo, 
y que en el sonido de las olas 
oyeses hablar a tritones y a sirenas 
con esa voz tan extraña. 



¿Para cuándo mañana? 
¿Para cuándo? 
La tenencia legítima de la risa, 
el cazo,  la carcajada. 
Los sueños nunca compartidos, 
siempre secretos. 
El amor a espuertas, 
de casa en casa,  sin aldaba. 
¿Para cuándo mañana? 





Nená de la Torriente