jueves, 13 de febrero de 2014



Una estrella por cada noche: 
Ángel,  Carmen,  Isabel… 
Un deseo suspendido, 
tal vez una palabra de amor 
o toda una sinfonía secreta. 
Quizá una súplica,  una espina, 
una voz a medias. 
Todo un firmamento increíble 
en la tierra,  suspirando, 
por una estrella. 
Arriba el murmullo de millones 
de susurros que como ecos se cuelgan. 
¿Dónde está el cielo? 
¿Arriba? 
¿Abajo? 
¿Dónde queda? 
Por cada noche un Julián,  un Manuel, 
una Eva… 





Nená de la Torriente