es
que el sitio es una huella aleatoria.
Camino-señal-casa-bosque,
¿lo
quieres así para ser feliz?
¿Servido?
O
acaso prefieres
¿
bosque-señal-camino-casa?
Y
tú, hombrecito,
¿quieres
una luz encima de tu hombro
que
te haga saber lo especial que eres?
O
¿te conformas con conocerte
en
la finitud de tus cosas,
hasta
alcanzar -tal vez, o no-
la
plenitud de lo que desconoces?
Tanto
buscar un hueco,
un
lugar en este mundo,
que
desprecias el espacio
que
ya estás ocupando.
Eres.
¡Eres!
Nená de la Torriente