domingo, 23 de febrero de 2014

-Tercos-

¿Y si te helaras?
Cualquiera podría venir
y romperte un cachito,
o partirte una pierna,
o cincelarte perro
-eso no estaría tan mal-
No quiero que pases frío
en ese banco,
tantas mantas y tiriteras.
Te digo que vayas al albergue
y no quieres,
te digo que vengas a mi casa
y tampoco.
¿Qué tiene la calle?
Frío, aire frío.
Las paredes no te van a robar el aliento,
y la libertad no se mide
por los espacios que ocupamos.
Se puede ser libre en un banco
o en una silla,
en una montaña
o en una estancia pequeña.
Pero si te mueres 
serás libre de otra manera,
¿es eso lo que quieres?
¿No prefieres calor,
pan con mantequilla y azúcar?

- ¡Que me dejes en paz, 
eso es lo que quiero!



Nená de la Torriente