miércoles, 12 de febrero de 2014

No,  no es una quimera 
esta cesta de palabras 
que he dejado en tu puerta. 
No,  no es una invención ni una fábula. 
No,  no somos engranaje de nada, 
sólo asustadizas piezas 
que si saltan se verán solas 
y temen no reconocerse de ese modo. 
No,  no es una ilusión ni una fantasía,  
soñar que soñando se puede alcanzar 
un estado real de conciencia. 
Ser siendo cada uno 
en cada momento, 
aceptando como único tormento 
que el día tenga 
cuarenta y ocho horas 
para procurarnos la felicidad. 

-Lo demás,  si lo piensas bien, 
son sólo pequeñeces- 





Nená de la Torriente