sólo
son idiotas
augurando
ir a más en su idiocia,
de
impericia a arrogancia,
de
incompetencia a desacierto.
Causan
luxaciones y equimosis
en
cada huella, en cada asalto,
sin
entender nada,
lo que pronto será fatuidad.
Ínfulas
de algo con denominación
de
origen.
Los
malos no son tan pérfidos,
son
personajes sin luz,
de
conciencia débil,
son bobos,
no pobres bobos,
que se jactan
de
su lobreguez.
Nená de la Torriente