martes, 18 de febrero de 2014

-El desencantao-


Espera 
¿qué decías qué era el amor? 
¿Así,  tan claro? 
Sólo quedan baratijas, 
mienten los poetas. 
¿Qué se agarra cuando llega 
con los dientes? 
Menos lobos. 
¿Qué nada importa 
sino la suma de dos? 
Ya. 



Ese amor que venden 
tan inmenso hace poco favor 
a este otro tan real y tan, 
tan,  sin apellidos, 
un amor sin nombre 
que ha ido burlando el sentido 
de la espera
-¿Mejorará?- 
Dime: 
¿Quién se enamora hoy o 
mañana,  sabe con certeza 
que lo que siente es amor 
y no es bragueta?

¡Ay  el amor, 
cuánto ha dado que hablar! 
Al ufano y al villano, 
al cándido, 
al delicado. 
-Ahora el que piensa es el poeta-
Amorosamente presentado, 
cruza mares,  rompe puentes, 
no ve obstáculos, 
porque es ciego, 
¡de cierto que es contumaz! 

Y una mierda.
-Le espeta el desencantado-




Nená de la Torriente