Un
bolsillo de cielo
quiero
para
guardar mareas
que
empaparán tu nombre,
que
quiero anegarte
como
golpe de agua
y
no lluvia mansa.
Y
caer desde tu pelo
en
forma de río o
torrente
rabioso
con
que agitar tus venas.
Un
bolsillo de cielo
que
rompa tu norte
sin
pedir permiso,
que
quiero vibrarte
como
la ventisca atrae
a
la hojarasca.
Nená
de la Torriente