lunes, 12 de mayo de 2014

-Me importas-

No somos hermanos 
ni amigos. 
No nos conocemos,  y 
apenas sí sabemos el uno 
del otro. 
Yo sueño con lugares 
que tú no sospechas, 
me alimento de platos 
que quizá tú aborrecerías 
y duermo 
haciendo extrañas contorsiones. 




Tú reflexionas sobre la tierra 
y sobre la cosecha, 
sobre un país que no consigo 
pronunciar su nombre, 
con un idioma que no descifro. 
Pero somos semejantes, 
tenemos las mismas manos, 
los mismos ojos, 
el mismo pulmón, 
la misma boca.

Y me importas,
y me sacude 
todo lo que te sucede.
Estoy contigo aunque no me veas, 
porque tus penas son las mías 
y no es preciso que seas mi hermano 
ni mi amigo, 
ni que comas en la misma mesa, 
ni que duermas de la misma manera, 
ni que meditemos 
sobre las mismas cosas. 






Nená de la Torriente