sábado, 17 de mayo de 2014


Hay en la esquina de la voz 
un misterio recogido 
que sabe de gaviotas 
sobre mares tempestuosos, 
lejos de la costa, 
oculto de los barcos de vela, 
cunas blancas sobre las olas. 
Un recato travieso 
que viene a no contar 
lo que anhelas, 
el sueño que has de construirte solo, 
porque irremediablemente 
es sólo tuyo. 
Lleva precinto y contraste 
de todas las palabras secretas, 
las furtivas e insondables que se asoman 
por las ventanas de tus ojos 
para ocultarse tras su brillo. 
Existe en la esquina de la voz 
un misterio que ni enhebrando dichos, 
uno detrás de otro, 
bebido,  embriagado,  alegre,  o 
a caso abstemio, 
sabe descubrirse ante los otros. 




Nená de la Torriente