miércoles, 21 de mayo de 2014


Apenas sí jugamos 
porque eres demasiado realista. 
Te viertes como el café de las tazas 
en las mañanas frías 
cuando la fe se ausenta. 
No son las estaciones 
lo mismo que los trenes 
y debes correr todavía, 
pero eres indolente y te cuesta sonreír. 
Siempre es Siempre todavía 
y ser un poeta requiere un NO 
enorme a ser avasallado, 
o reducido en tu yacija de retahílas. 
No te sometas a los colores 
de una sola pupila, 
muestra que la libertad empieza 
en un par de fonemas y se abre paso 
a mordiscos en un mundo distinto, 
y aprieta mi mano,  su mano, 
la de tantos que estamos contigo, 
y distínguenos por no haber sido   
nunca  una entelequia. 



Nená de la Torriente