OTRO LUNES
Sería
como empezar un poema por el medio,
arrasar
un campamento de margaritas,
trepar
por las gotas de lluvia,
sonreír
las lágrimas,
dejar
una mano al que te roba las horas
y
volver desarticulada tras la meditación.
¿Acaso
los poemas tienen una mitad, o
las
margaritas montan campamentos
en
los llanos o en las riberas de los ríos?
sujetarme
una coleta y pintarme los labios
como
si fuese un lunes anodino donde mis manos
son
las de cualquier hembra que se busca el rostro.
A
este cascarón de pieles que me cubre
no
le puedo hablar sin más de los días de la semana,
se
sentaría en el suelo y me haría burla,
pero sí
puedo hablarle al montón de palabras
que
se esconden detrás de los días
buscando
respuestas a mis millones de nadas,
y
contarles que hay días que amanecen mudos
sin
razón aparente,
y
que todo no tiene un suma y sigue,
porque la vida no siempre da una explicación.
Nená de la Torriente