lunes, 19 de mayo de 2014

-Para ti-

Me nacieron dos manos encima de las mías, 
no supe qué decir. 
Pensé que las palabras eran las reinas 
del mundo 
y descubrí la gran mentira. 
Me topé con las caricias,  con los besos, 
con los abrazos tiernos, 
con miradas de intensos parlamentos, 
con silencios señeros,  de puertas transparentes. 


Qué construía entonces 
en aquella pizarra blanca de letras. 

Conceptos abiertos, 
un puñado de irremediables puntos suspensivos. 
Supe entonces que debía esforzarme 
muchísimo más. 






Nená de la Torriente