SACHA
A
tu alcance,
encima
de la madera
del
balancín,
al
final del índice que
señala
el cielo,
en
la punta de tu nariz.
En
la comba,
en
el dulce que combate
la
embestida de tu lengua,
aquí
de cerca,
donde
el cristal del vaso
junta
el agua con tu boca.
A
tu alcance,
como
un segundo agarra a otro
y
debajo de la lluvia,
un
paraguas,
así
como contiguo a la -s escribo –i,
cuando
me preguntas
de
mí contigo.
A
tu alcance
como
caracol
en tapia de helechos,
concha
sobre arena
de
playa barrida,
beso dado,
alga quieta.
A tu alcance,
blanco
en el ojo
y
en la luna,
pañuelo
blanco,
blancas
olas como velos blancos,
nube suspendida
de ola blanca,
abrazo dulce.
Nená de la Torriente