martes, 14 de junio de 2011


¿Hermanos o rivales?

Alzaste la voz desafinada
como los niños gritan
en el fondo del patio,
atropellando la arena
con zapatitos de lumbre.

No pudimos levantar hogares
con fuegos feroces,
ni saborear la paz
sin la obediencia
ni la permuta;

tampoco aprender las canciones
de Don Pedro
a la hora de la misa,
ni dejar de mover los pies
en las homilías.

Yo me perdí en el tramo
que separaba mi casa de la tuya.
Tú,
en la maizal alto
cerca de Ceceñas.

Nená

1 comentario:

  1. Jajajajajaaja y..... ¿Yo que sé? que me he liaoooo.
    Por cierto, si, mas de una vez las pasé putas para salir del maizal. Duardi...ni te cuento.
    Un beso Neni

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