Como un roce en el agua
ondulamos las palabras,
para los sentidos de otro
-amables o rudos-,
o por gozo o por urgencia.
Todas ellas se van al fondo,
hondo
hondo
hondo
como un eco que no se pierde.
Si una de ella se escapa
y tú la encuentras,
deja que trastee entre tus cosas;
ella misma sabrá encontrar
espirales nuevos
donde no perderse,
para coronar otro atisbo
de poema,
o mil torbellinos
donde colarse,
para seguir orbitando
como lo hace el agua
con el roce de un dedo.
Nená
Solo digo:
ResponderEliminarTremendo..........