jueves, 31 de julio de 2014


Esta madreselva 
que está rompiendo el muro 
en su crecida, 
invita al sol para su puesta de largo. 
Muda la carne verde, se desnuda, 
y su semilla es la fruta. 
No siempre el poder está en la fuerza 
que nos alcanza, la piedra más dura, 
lo opaco que no deja que el sol lo penetre. 
Mírame llorar, 
¿me creerías así hace un mes, 
hace dos días? 
Todo lo que parece se disuelve 
en su realidad 
y nos cautiva en la sorpresa 
de lo que no vimos, 
de lo que no parecía llegar 
en su recorrido leve, 
como el sesgado del cielo 
que hace el óvalo de la luna. 



Nená de la Torriente