sábado, 5 de julio de 2014

Quiero jugar con todos los niños 
y aprender a mirar como ellos. 
Ser su madre, su padre, 
su hermana mayor,
la más chica, su gemelo; 
el palo que lleven en la mano, 
su muñeca favorita.

Quiero descubrir el sol  
e imaginar lo que imaginan 
y no olvidarlo nunca. 

Ser arena entre sus dedos, 
la lluvia en las comisuras traviesas 
de una risa sencilla. 

Quiero sentarme junto a los viejos 
y aprender a mirar como ellos. 
Ser su amiga, su compañero, 
aquella que les ganó al tute, 
el que les fotografió en el colegio; 

la taza de chocolate 
que gravita entre sus dedos 
y el profundo placer de las cosas mínimas. 

Ser el dolor de la pérdida y el consuelo 
de aquel mal que no volverá nunca. 




Nená de la Torriente