viernes, 18 de julio de 2014

Hállate

Ya no salgo a buscar colores 
que a tientas no distingo si ellos 
son los que me exploran,  y 
en estos ojos sólo se atesora 
un retrato,  un candil, objetos 
de un hogar que vive afuera. 

Ya no salgo a buscar colores,  y 
los olores me ocupan 
como los gorriones las plazas, 
distraídamente, 
no con la osadía obscena de las palomas. 

Se feliz,  con una risa de abanico 
que golpee, 
seme la paz de todas las siestas 
en horario de quehaceres, 

que pueda alargar los brazos para 
acariciarte y amarte nube, 
y sepa de ti entre todas 
como quilma blanca de soles 
e irisadas gotas,
que tarde o temprano
descabalgarán en lluvia.




Nená de la Torriente