Cuando pasan los días
se acumulan en hacinas de heno,
a veces rescatas hermosas
margaritas,
instantes agitados de duda.
En ocasiones, amapolas fugaces
de tierna pasión desmedida.
Pero siempre retienes argumentos,
costumbres heredadas,
pensamientos que juzgas propios
sin dudar que te sirvan.
‘La vida es fascinante,
la que lastramos obedientes, y
la que salimos a buscar
como auténticos robinsones,
inexpertos, inseguros, torpes, inocentes,
sorprendidos, como niños voluntarios
en un campo de juguetes nuevos.
¿Qué hacer con el amor?
¿Qué es eso?
¿Cómo decir lo que siento?
Vivir es un ingente catálogo de instintos
y una perfecta hacina de heno.
Nená
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