¿Qué voz queda
en este montón de piel,
en estas fotos de caja de galletas,
en aquella ventana de hotel,
en el verde antojo de eucaliptos?
¿Qué queda y en dónde queda
el temblor, la sacudida,
ese maremoto febril,
el fin del mundo para los dos
en un espacio cuadrilongo?
Dime que no olvide,
que no olvide,
que no olvide,
porque así
no habrás olvidado tú.
Nená
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