sábado, 12 de abril de 2014

El LIRIO Y EL RATÓN


-Ya ves –Le dijo el lirio al ratón-
tantas primaveras volviendo,
y aún no sé tu nombre.

-¿Y de qué nos sirven los nombres?
-Contestó sorprendido el ratón-

-Pues ahora que lo dices… -repuso
el lirio pensativo- No de gran cosa,
es una forma de medida,
de falsa cercanía, un intercambio
hueco, sólo son letras…

-¿Y si paso el lomo por tus hojas?
-Dijo el ratón al lirio-

-¡Oh, eso sería hermoso! Una unión,
un encuentro verdadero…

-¿Y si me cómo tus hojas?
-¡No! Eso serí…

Y ya no hubo más conversación.


(Hay seres que no están destinados,
si es que el destino existe, a permanecer juntos
en lugares próximos,
mucho menos a entablar diálogos del tipo
que sea)





Nená de la Torriente