viernes, 5 de septiembre de 2014

Tanto tenemos que escuchar...

¿Cuántas bobadas hemos de oír todavía? 
¿Cuántas hemos de decir? 

El galope en burras de barro 
no nos convierte en veloces 
si no en pupilos sin lucidez 
ni discernimiento. 

Yo escuché voces más allá del cerro 
donde van a morir los serviles, 
dime ahora cómo debo comportarme. 

Él proclama libertades pasadas 
a hoja de cuchillo, 
es una libertad encadenada 
presa de una palabra que me asusta. 

Tanto dolor no puede ser bueno, 
tanta ira, 
tanta estupidez en este siglo 
de globalización y meteoro. 

No vine a conjurarme en un pasado enfermo, 
vine en presente imperfecto 
y no me digas que mire hacia atrás todo 
lo que me quede como un personaje 
de Unamuno, 
es la poesía vital de un estúpido. 

Si pudieras entender el hoy 
desde el mañana, 
como yo lo veo, 
andarías libre,
no recluso de tantas cosas
que ya han perecido. 



Nená de la Torriente