Vivo.
como me vuelco en
vida,
pues no deja de
ser una trenza
interminable.
Soy tuya el tiempo
que me habitas
y la estación que
me nombra
lejos de toda
cordura.
Si andas pensando
o conjurando a la aurora
desapareceré como
huyeron los duendes,
porque la vida
silba a lo que invita a la vida
y no se atiene a
razones ni a tegumentos de tinta.
Mírate en lo
alcanzas,
en lo que turbas,
en lo que meces,
que yo ya te estoy
adorando
hasta en lo que no me
avienes
siendo tan tú .
siendo tan tú .
Nená de la Torriente