sábado, 6 de septiembre de 2014


Así no. 
Atar remolinos de viento 
con cabos de enredadera, 
por muy verde que tenga la hoja. 
¿Dónde viste eso? 
Así no. 
Con el arropo de los brazos 
pero sin el trenzado de los dedos, 
sin sujetarse del pelo 
por temor a ser cometa 
en las manos de otro. 
Así no. 
Esperando que apague su luz 
para que todas las puertas se cierren, 
vigilante, sufriente, 
a la espera de que permanezca en su almena. 
Así no. 
Como ratón para ratón 
disfrazado de gato, 
‘yo voy a traerte el queso’
siempre en distinto escalón, 
siempre con miedo. 
Así no. 
De tu barca a la mía 
al oleaje que el mar disponga 
porque el mar es nuestro, 
mírame a los ojos siempre
¿por qué miras alrededor? 




Nená de la Torriente