Desde este ocaso,
el sol entinta el empeño
con frases cortas,
severamente.
Volveré a sonreír
como antes,
desordenadamente,
y beberé de mí
hasta el delirio.
A mí vendrán amapolas
-destinos y licencias-,
y huirá el olor a paja seca
con su dejo inapetente
y devastado,
fatigosamente
doloroso.
Yo sabré ser mía,
entera libertada, y
entera descubierta,
por los siglos de los siglos,
sin medida.
Sencillamente,
Oportunamente,
Confiadamente,
como yo lo desee.
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