-Codicio todo lo que lleve tu nombre-
Me he roto.
Nunca negué al amor
ni a esa mierda de suertes.
Las raíces primeras
hincadas hasta el músculo,
la herida en tierra,
el sucumbir y el abandono.
El doblar de rodillas
si te acercas,
el temblor
bajo el vientre.
Nunca negué nada.
Ahora negaría
hasta mi sombra,
si tú quisieras.
Me he roto.
Y todo esto,
t o d o ,
bastaría para que miles de putas
dejasen de estar solas,
y la calle otra,
y el mundo un lugar disponible.
Nená
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