martes, 7 de octubre de 2014

Amor


Perdóname si te hablo bajito 
y presumo en tu brazo 
por toda la calma que me das. 
Perdóname  porque nunca he sabido 
hacia dónde  mirar ni por cuanto tiempo, 
y estando contigo 
siento que las estaciones han pasado 
sin nosotros. 
En este estado de paz casi embarazoso 
presiento que tanto bueno no es bueno, 
y que ocupo un lugar que no debo 
por no ser merecido, 
y es que vuelco mi alma en la tuya 
como lluvia sobre lluvia 
y te invado sin que te des cuenta. 




Nená de la Torriente