con palabras atómicas
y nos creemos invencibles,
pero nadie nos cree.
Cuántas otras susurramos una sola
y todos escuchan.
Esta vida planetaria es un cúmulo de idioteces
múltiples
formuladas por tontos arrogantes
donde la inocencia es un arma arrojadiza.
Nadie viene a vernos a casa
y tampoco queremos salir a enseñar el polisón
por un decoro tan mal aprendido como tedioso.
Las señales, gastadas
por un uso indebido,
y el amor,
cuatro letras que deberían llevarse a juicio
por temerarias e indigestas
-prometo inventarme otras cuatro
con mi ɹoɯɐ,
tan indigesto como temerario-
No sólo enredamos besos aprendidos,
confundimos caricias,
mimo a la voz de ar,
afecto a la voz de vasos sanguíneos,
invertebrados pañuelos que cruzar
con otros pañuelos
que ni siquiera saben que existimos
-vertebrados todos detrás de ellos-
Yo quiero amar a un loco
que no entienda de fórmulas
ni de dinero.
No quedarán prestigios
ni vanidades,
ni esperas,
ni hoy tú, mañana yo,
ni siempre no existe,
ni siquiera en qué día nos conocimos.
Sólo tú y yo,
sólo quiéreme,
quiérote,
quiérote,
sólo este regalo que desempaquetar
cada día.
Nená de la Torriente
!!!!!
ResponderEliminarMi gratitud y mi cariño!!!! de regreso
EliminarNená