martes, 29 de septiembre de 2015

DESCONEXIÓN


Vivo en la casa de cristal, 
a veces me gustaría vivir en la casa de metal 
pero lo cierto es que vivo en la casa de cristal 
al otro lado del puente. 

No tengo amigos. 

Si alguien se acerca a mí se siente incómodo 
porque sus huellas quedan presas 
en el reflejo de mis paredes limpias, 
y aun sabiendo que son suyas 
termina olvidándolo y me culpa de ello a mí. 

Los días de sol mi luz es cegadora, tanto, 
que es insultante. 
Los días de lluvia, el sonido de las gotas 
del cielo 
es abrumador. 

Cualquier rama es una amenaza, 
y con el granizo el miedo es tan grande 
que necesito un bajo debajo de mi cama 
donde poder esconderme. 

Alguna vez salgo fuera y contemplo 
aquella otra casa fuerte al otro lado del río. 
Sueño con alguien que vendrá a salvarme 
desde el otro lado del puente, 
un feliz habitante  de la casa de metal. 

Acariciará mis cabellos cortos y se volverán largos 
como antes. 
Cogerá mis brazos frágiles y se harán fuertes 
como antes. 
Tomará mi corazón pequeño 
 lo amará y se hará grande 
como nunca antes. 
Abrazará mi cuerpo extraño 
y lo convertirá en una  amapola 
V
I
V
A



Nená de la Torriente 

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