A los que tanto amo
Qué sentido
tiene el grito dentro del grito,
la obstinada
manera de condenarnos,
la
reiteración y la caída,
la búsqueda
del beso con sabor a pasado,
a presente, a expectación,
las
interminables asociaciones peregrinas;
el empeño
por querer a quien no nos quiere,
el denuedo
por dejar de ser quien somos.
Qué sentido
tiene no ver con normalidad
tanto lance
emocional,
y qué
sentido tiene no jugar
a favor de los dados.
Huir por
túneles de aire,
hacerlo
por túneles de tierra,
sencillamente huir.
Por qué no quedarse
quieto,
aceptarse,
aceptar como
llega la vida,
como suena
el baile,
como se
mueven los pies
como el
corazón late,
como la
mente se acelera o se detiene.
Volver a uno
desde uno,
sin hacerse
daño.
Nená
de la Torriente
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