miércoles, 9 de septiembre de 2015

Eternos OTOÑALES


Que qué nos duele 
con esta savia agria 
que ha perdido la densidad 
de aquella otra savia, 
la de los juncos en primavera, 
con aquel olor a fluxión, 
a acto de amor, 
a embarazo. 
Hemos muerto todavía. 
Nos seguimos mirando 
en un screener en blanco y negro 
con pequeñas secuencias de color: 

Vuestros ojos 

que llegan hasta esta curva 
tan nuestra 
de cayado de sabina 
y de memorias ambiguas, 
a recordarnos la Luz 
y todas sus irisaciones. 

Que qué nos duele... 



Nená de Torriente

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