Puedo acercarme a los márgenes de tu tierra
y llamarte por mi nombre,
sentirme madre, esposa, compañera,
fauna que se suma a tu raíz,
comienzo que busca tu pretexto.
Puedo hacerte sentir
cómo se estremecen las nubes
con el lazo de vientos que levante,
ser monte con palabras de arena,
playa con colores de olivo.
Puedo saltar todos los ríos con solo mirarlos
y volver a mí empapada por dentro
con el vientre lleno de peces
a los que enseñar a volar.
Puedo escucharte y componer partituras
con la música más sugerente,
porque me acompaña eternamente,
enloquecida o lenta,
en una maleta abierta sin destino.
Tómame en lo que suspiro
que yo sabré serte en lo que exhalo,
y es que amor
las cosas que merecen la pena
no se asignan,
hay que ocuparlas en irremediable rapto.
Nená de la Torriente
Y si no ... que fácil viene otro en su insistente conquista
ResponderEliminarFeliz noche de sábado
Un beso :)
Ahí, ahí... Lo que uno descuida otro ocupa.
EliminarBesos mil,
Nená