Voy a seguir
cantando pretéritos
cuando lo que quiero
es bailar.
Desnúdame hoy
no lo dejes para
mañana,
desátame de esta
menguante manera
de morder las
manzanas,
en la que oprime el labio comedido
y no la saya de
dientes
voraz y
cautivadora.
Mírame bien y dime
si es a ella a
quien estás buscando,
que yo -ella-
correré
deprisa a arrojarme
por los balcones,
porque no puedo
ser el sueño de
ningún galán sin
que me dé la risa
suicida.
Cada vez quedamos
menos
a cartear
silencios,
a decir estoy
en conciencia ocre.
Lo cierto es que
me sobran verbos
de aquí a Marte
para demostrar que
existo,
y aún quedamos
muchos menos
que nos importe
todo esto un ají.
Ya ves,
sólo quiero
bailar
y siempre canto.
Nená de la Torriente