-cada sábado lo hago-
como me muerdo la lengua
cuando me atropellan las palabras.
El escritor dijo:
Toda la poesía es verdad,
si no es verdad no es poesía.
El amor es mi pasión
pero lo desconozco tanto
que a menudo me asusta.
Es tan inglosable,
tan tímido en delimitaciones,
tan apócrifo y contrahecho
cuando quieres pintarlo,
que apenas sí quedan letras
para signarlo en condiciones
y escapar por la puerta grande.
Abres el abanico de la querencia hacia todo
porque el amor a lo pequeño
lleva tanta carga
que desconcierta,
es incomprensible,
voluble,
extraño.
Aunque no lo creas tu verdad
es como la
mía,
estúpidamente ausente.
Sólo hablamos de luz,
no de certezas,
del impulso para permanecer en pie
una ronda
y todos sus relevos.
Nos hemos quemado muchas veces
en la hoguera
por entusiastas
cuando la palabra bruja no existía,
conscientes
de este vivir breve
en un camino demasiado largo.
Nená de la Torriente