domingo, 16 de noviembre de 2014

Derribo


Lo cierto es que sólo encuentro roca. 

Las olas de mi verso se van haciendo 
menos corretonas 
por llegar al final a la costa, 
esa de arenas cálidas 
que nos habían prometido. 

No he querido dar mal a nadie 
sólo he buscado un sitio 
que no pueden concederme, 
quizá porque no soy de ninguno 
o porque están todos ocupados 
con convenientes 
convenidos términos. 

Aún así, 
espero no dejar nunca de creer 
en el movimiento constante del mar,

por si acaso algún día…



Nená de la Torriente