Noviembre
Le pregunté al maestro Wang
qué era vivir,
estar o ser.
Contestó que si fuera estar,
algunos estando no parecen vivir,
y otros que ya no están
partiendo hacia lugares
que el hombre desconoce,
regresan de manera que la mente
del que permanece no entiende.
Y si fuera ser, tendríamos que aceptar
como vivo todo aquello que existe
sea consciente o no, tenga espíritu
o no le reconozca ninguno.
Le pregunté al maestro Hao
qué era morir,
dejar de vivir o
dejar de ser.
Me contestó que había conocido
muchos muertos vivos,
que el alma es una suerte de fuerza
que se escapa,
y que si la muerte es un dejar de ser
también muda la mariposa de gusano
a lo que después resulta,
y no transita en moribunda.
Le pregunté al maestro Chen
qué era el amor,
un deseo diferente
o la necesidad total del otro.
Me contestó que ambas cosas él
las había sentido repetidamente,
y en ambas había entendido que eran
formulas disfrazadas de egoísmo,
y que debía seguir haciéndome preguntas.
Y con una sonrisa cálida
y el olor de flores de la Champaca
se fue alejando como había venido.
Nená de la
Torriente
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