martes, 30 de junio de 2015


Y la hierba dejó de respirar, 
mi cuerpo comenzó a tremolar 
como las banderas, 
así debía de ser el amor y 
sentirse en la boca 
de un ser que te amase: 
Aire fluyendo en cientos de fisuras. 
Puntos de luz en un firmamento 
hecho de viento, 
y el beso viajando en él. 
El mundo no estaba ahí afuera, 
el mundo era yo. 



Nená de la Torriente

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Háblame