Tentar el verso desde el sentir
el alma del cantar desde la voz,
si el tallo languidece a qué esperar
belleza en el brote.
Todo lo que está ha llegado
en un brindis de espera compartida
o tan solitario como doloroso.
En esa aventura de intenciones
se asendera lo que más tarde brilla
con su propia luz,
una resulta u otra
que determina quién
o qué has decidido
que eres.
o qué has decidido
que eres.
No puedo decir
abriendo las fauces como un león
soy poeta,
ni negar mi esfuerzo
porque sería necia.
ni negar mi esfuerzo
porque sería necia.
No puedo pensarme
arráez de hermosa embarcación,
pero sí bote a veces a la deriva
otras ceñido a los remos.
pero sí bote a veces a la deriva
otras ceñido a los remos.
Este camino ha sido el sentir.
El canto: Un grito constante,
y este cuerpo permanece erguido
a pesar de todas las horas
aun no sabiendo cómo lloverse
ni entendiéndose entero.
¿Qué le pido al mundo más amor?
¡Sí!
Ni a la imaginación le cabrían más letras,
acomodadas, anárquicas, puñeteras,
pero el tiempo no corre al trote
de los sueños, ni a favor de nadie.
¿Te vienes conmigo?
¿Qué le pido al mundo más amor?
¡Sí!
Ni a la imaginación le cabrían más letras,
acomodadas, anárquicas, puñeteras,
pero el tiempo no corre al trote
de los sueños, ni a favor de nadie.
¿Te vienes conmigo?
Anda, dime que sí.
Nená de la Torriente
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