jueves, 2 de junio de 2016


Hoy todos son genios 
en esta bolera de gestos, 
el emboque ya no sirve de nada 
ni lanzar de un modo o de otro, 
ni el respeto. 
Hoy todos son guapos, 
los que mejor escriben, 
los que se saben las coplillas más 
irónicas, 
los que de talón a puntera les mide 
más el zapato 
y socarronamente 
van perdonando calcetines. 
Hoy ya nadie se sorprende 
ni quiere alcanzar lunas 
seas cuales sean las distancias 
y las magias de sus nimbos, 
todo es prepotencia y dominio; 
de otro ninguna valía, 
más que la de admitir la agudeza  
que lejos de toda duda 
nunca será la suya. 
Y los naranjos se preguntan 
si todos son tan magníficos, 
y el peral y la tomatera, 
y la llovizna se precipita mirándose de reojo, 
y hasta la aleta de los peces se confunde a veces 
creyéndose de ballena, 
porque la fatuidad es caprichosa, 
hasta la vanidad epidémica, 
las frases huecas crecen en primavera 
como las acacias 
o en invierno como las mimosas, 
y es que esto de la idiocia es imparable. 



Nená de la Torriente

2 comentarios:

Háblame