sábado, 9 de agosto de 2014


Hasta dónde el manejo 
de la pa pa pa pa palabra? 

Dioses vencidos que no vimos 
el cielo nunca, 
arracimamos nubes en algo 
que parecía la lejanía de un horizonte. 

Bastó con meter los pies en hielo 
una sola vez para envejecer por dentro 
y ver absurdas las agonías, 
y agónicas las alegrías de quereres 
que estaban escritos; 

pero una mano sobre la piel 
tampoco calmó con placer ese amor 
que andábamos buscando. 

Dioses mezquinos, 
nunca imaginamos el paraíso, 
sólo empujábamos hojas de parra y miel 
sobre un lecho de la memoria, 
para embellecer nuestra puérpera vista 
llena de vértebras rotas. 

Dioses tontos,  
bebidos por las siempre insaciables 
 pa pa pa pa palabras. 




Nená de la Torriente