Hasta
dónde el manejo
de
la pa pa pa pa palabra?
Dioses
vencidos que no vimos
el
cielo nunca,
arracimamos nubes en algo
que
parecía la lejanía de un horizonte.
Bastó
con meter los pies en hielo
una
sola vez para envejecer por dentro
y
ver absurdas las agonías,
y
agónicas las alegrías de quereres
que
estaban escritos;
pero
una mano sobre la piel
tampoco
calmó con placer ese amor
que
andábamos buscando.
Dioses
mezquinos,
nunca imaginamos el paraíso,
sólo
empujábamos hojas de parra y miel
sobre un lecho de la memoria,
para
embellecer nuestra puérpera vista
llena
de vértebras rotas.
Dioses
tontos,
bebidos
por las siempre insaciables
pa pa pa pa palabras.
Nená de la Torriente