domingo, 10 de agosto de 2014

DESGARRO


Bajo la atenta mirada de la compostura 
se van construyendo los delitos. 
La gravedad reside en que la palabra 
no estalle, y es ella la que debe estallar 
antes de que caiga el casquillo al suelo. 

¡Nadie quiere que otro ser humano muera! 
Es un desgarro que se vierte como herida propia 
por no haber sabido… 
Por no haber podido evitarlo. 

A nadie le gusta la guerra pero ellas existen, 
porque hay pueblos que avasallan y otros 
que no quieren ser avasallados, 

Estados que manipulan, economías que subyacen 
en la sombra de cada arma que sostiene una mano. 

¿De qué nos sirve la inteligencia? 
¿Esa sensibilidad exquisita para el Arte? 
¿La música?
.
.
.
¿La poesía?

La bondad de millones de corazones 
que no pueden más que condolerse 
por tener corazón, y que el mundo, 
su mundo, 
no haya dejado de ser ni un milímetro 
más villano 
con todo 

lo que ahora 

sabe. 




Nená de la Torriente