martes, 16 de febrero de 2016

CIEGOS

Hoy te están escribiendo 
una carta de amor, 
y tú tan distraída. 

¿En qué dirección crecer exactamente? 

¿Hacia dónde apuntar la pupila 
como una almadraba de redes? 

Sé que me he perdido en círculos 
y no es mal paso, 
que he aprendido a pensar andando 
observando el suelo 
y mucho más allá-allí, 
donde no queda rastro de mí 
ni de las cosas que he visto. 

A estos olmos azotados por la helada 
le han hablado sus raíces 

 ~No me ames sólo hasta que deje de serte útil~ 

Escucho como se golpean las ramas 
con sus escasas hojas 
enojadas por la pregunta. 

En la charca las gotas de agua, débilmente, 
susurran ya lisas como la roca blanca 

~Ven a verme aún cuando no bebas de mí~ 

Pero todo alrededor enmudece 
como el verde burbujeo del frío. 

Aislados como poderosos estancos 
impermeables a todo aquello que no nos valga 
¿porqué ofrecer sin recibir nada a cambio?  

Qué perfecta imperfección ésta 
que sabiéndose así  
aun se piensa babilónica  
y entregada al prójimo 
y hasta manifiestamente ejemplar. 

Hoy te están escribiendo 
una carta de amor 
y tú tan distraída. 


Nená de la Torriente

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Háblame