domingo, 3 de mayo de 2015


De espaldas al mar, en silencio, 
puedo escuchar todos los sonidos 
y el lenguaje de los peces, 

como de espaldas a tus ojos puedo verlos 
y sentir la misma inmensidad 
con su alharaca íntima. 

No te lo había dicho, 

pero he escuchado tu vientre 
sobre este prado, 
tu aliento sin fiereza 
y hasta tus manos 
en la hilera de amarillos. 

Ahora entiendo que el amor 
es una falca 
entre tus cosas, 
un enganchón simpático 
al que no se le condena. 

Pero sé que no fuimos nosotros 
los que pisamos la luna, 
ni supimos escribir 
con cautela 
nuestros débiles secretos.

Me determino a volver a nacer 

mucho antes del principio, 
cuando aún no existían las medias barricas 
ni las enteras, 

las soflamas,

ni todas las palabras artificio. 




Nená de la Torriente

2 comentarios:

  1. Nená
    tocas lo imposible
    y revuelcas el hueco, con alarido y guitarra
    llegas al envés del significado
    y preñas la gota de fuego, la belleza, la avalancha

    se sienten muchos ojos en tus ojos
    muchos libros, en cada consonante
    y vientos, en el interlunio del silencio


    salud y sonrisas!

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  2. Mi mejor canción para ti, niñona bella.
    Abrazo de osa,

    Nená

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