miércoles, 5 de octubre de 2016

Quiero...

Quiero la uña y su marca 
en la piel tierna, 
en la arena indómita  
y en el bosque fecundo. 
Quiero recuerdos, 
como el río
que deja fugaces orillas 
y tiene memoria, 
que le coletean peces 
y paisajes únicos.
Quiero que me hables
con esa dialéctica 
del que ama mucho, 
del que todo lo quiere, 
 y que atiendas a verbos 
con demasiado peso. 
Quiero ser el día de 
renovar intenciones 
y no ser visita 
con caja de hojaldres. 
Quiero que me mires 
con ojos de leña 
y que me toquen tus dedos 
como nata en la leche. 
Que me distraiga tu mundo 
de lo inútil de todo 
y que me enarboles entera 
como a leves enaguas. 
Quiero que no me ganes 
para martirizarme luego, 
que no me olvides 
para que te anhele. 
Quiero que me lleves a tus labios 
sin pecado de soberbia, 
que seas mi sencillez 
y mi constancia, 
mi segundo de paz 

para siempre. 


Nená de la Torriente

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