Quiero...
en la piel tierna,
en la arena indómita
y en el bosque fecundo.
Quiero recuerdos,
como el río
que deja fugaces orillas
y tiene memoria,
que le coletean peces
y paisajes únicos.
Quiero que me hables
con esa dialéctica
del que ama mucho,
del que todo lo quiere,
y que atiendas a verbos
con demasiado peso.
Quiero ser el día de
renovar intenciones
y no ser visita
con caja de hojaldres.
Quiero que me mires
con ojos de leña
y que me toquen tus dedos
como nata en la leche.
Que me distraiga tu mundo
de lo inútil de todo
y que me enarboles entera
como a leves enaguas.
Quiero que no me ganes
para martirizarme luego,
que no me olvides
para que te anhele.
Quiero que me lleves a tus labios
sin pecado de soberbia,
que seas mi sencillez
y mi constancia,
mi segundo de paz
para siempre.
Nená de la Torriente
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Háblame