lunes, 21 de marzo de 2016

O B L I C U O S 


Qué pequeña distorsión esta 
que eclosiona justo cuando 
todo languidece 

¿a acaso no escuchamos a los que saben 
hablar de cómo los helechos no tienen flores? 

Todo se vuelve del revés 
y de éste al envés así del mismo modo, 
tan natural como confusamente 
a estos ojos que van perdiendo fe en casi nada, 

y es que la raíz misma se desengancha 
cuando ha escuchado la música de la verdadera vida 
y ama salir a bailar con ella. 

Queremos ser legítimamente buenos 
y otra vez la salvación nos está poniendo a prueba 
porque ni la piedad ni el perdón se pronuncian 
ni se habla del amor con modulaciones heréticas, 
ese viaje va en una ruta menos opinada 

¿a caso no escuchamos a los que conocen 
hablar de la humilde naturaleza de las margaritas? 

Qué extraña manera ésta 
que crea vínculos desventurados 
con el pozo y los gozos más oscuros 
de los que no podemos salir fácilmente 

¿a caso no escuchamos a los que dominan el mundo 
hablar vacías y falsas maneras? 

La verdad que ocultamos terminará por ocultarnos 
y nadie sabrá si fuimos o nos fueron, 
si hemos caminado haciendo círculos 
o dilapidado las líneas rectas 
porque nada importará lo que hemos entrañado
realmente,  

y es que la suerte misma de querer ser 
nos abandona 
cada vez que violentamos lo que no somos, 
del mismo modo que la oquedad nos barrena 
si nos creemos dioses demasiado tiempo. 




Nená de la Torriente

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