O B L I C U O S
Qué pequeña distorsión esta
que eclosiona justo cuando
todo languidece
¿a acaso no escuchamos a los que saben
hablar de cómo los helechos no tienen flores?
Todo se vuelve del revés
y de éste al envés así del mismo modo,
tan natural como confusamente
a estos ojos que van perdiendo fe en casi nada,
y es que la raíz misma se desengancha
cuando ha escuchado la música de la verdadera vida
y ama salir a bailar con ella.
Queremos ser legítimamente buenos
y otra vez la salvación nos está poniendo a prueba
porque ni la piedad ni el perdón se pronuncian
ni se habla del amor con modulaciones heréticas,
ese viaje va en una ruta menos opinada
¿a caso no escuchamos a los que conocen
hablar de la humilde naturaleza de las margaritas?
Qué extraña manera ésta
que crea vínculos desventurados
con el pozo y los gozos más oscuros
de los que no podemos salir fácilmente
¿a caso no escuchamos a los que dominan el mundo
hablar vacías y falsas maneras?
La verdad que ocultamos terminará por ocultarnos
y nadie sabrá si fuimos o nos fueron,
si hemos caminado haciendo círculos
o dilapidado las líneas rectas
porque nada importará lo que hemos entrañado
realmente,
y es que la suerte misma de querer ser
nos abandona
cada vez que violentamos lo que no somos,
del mismo modo que la oquedad nos barrena
si nos creemos dioses demasiado tiempo.
Nená de la Torriente
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