martes, 21 de abril de 2015


Re.correr.

Me pregunto si puedo preguntar 
cuánto pesan las nubes, 
y al mirarme las manos 
caigo 
en 
la 
cuenta 
de que soy como ellas. 

Ruedo por el rucho 
enganchando tréboles 
y tallos de hierba. 

Sonrío como un niño pequeño.

Cuando llego al llano 
las piedras 
ya 
no 
me 
miran curiosas. 

Camino por el río 
como lo harían las hojas. 

Atrapo las burbujas  
que 
desprenden 
los 
peces 
de sus bocas. 


Llego a tu espalda de puntillas 
y me alojo 
en 
tu 
 cuello. 

Beso el temblor de tus labios, 
beso el dolor de tus sienes. 

Me aferro al bucle caprichoso de tu sexo, 
y cuando me quedo 
a dormir en tu ombligo 
entiendo 
que 
eres 
mío 
y yo de tu cuerpo, 
como el alma es de todas las cosas.




Nená de la Torriente

2 comentarios:

  1. Re.correr... sonrío como un niño pequeño.. camino por el río como lo harían las hojas...
    bonitos versos entre otros.

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    Respuestas
    1. Gracias Luix, me alegra mucho que te agraden!
      Abrazo!!

      Nená

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